Tengo una brutal contractura, como si cangrejos afilados o cocodrilos de mandíbulas poderosas estuvieran triturando mis cervicales en cada giro de cabeza. De dónde viene, pienso. ¿De la lectura de los diarios del domingo?, ¿de las horas que paso frente a la computadora?
¿Existirá el síndrome del bloguero, como existe el codo de tenista o el mal del escribiente? ¿Vendrá, quizás, de la tensión de vivir en una Argentina en estado de ebullición, al borde siempre de desparramar su lava? No lo sé.
Para distraerme de tanta puñalada, dejo de lado la doble pila de diarios y salgo a caminar. Hay una aire fresco en el aire pero el sol del mediodía y el ritmo de cada paso lubrican mi esqueleto. La contractura cede, a fuerza de puro movimiento. Vuelvo renovada, con la imagen del dorado de los árboles otoñales. Casi en piloto automático y aprovechando el envión del paseo, tiendo camas, ordeno la cocina, acomodo el desorden de cada domingo. Ignoro los diarios con todos sus anexos y suplementos. Busco una almohada gorda y amigable, una manta y un libro: Anatomía de la melancolía, de Robert Burton. A las pocas páginas sé que ya entré en diálogo con Burton y sus teorías melancólicas. Los cocodrilos se han ido.
Mañana les cuento...
Ilustración: Mauro Collares.
¿Existirá el síndrome del bloguero, como existe el codo de tenista o el mal del escribiente? ¿Vendrá, quizás, de la tensión de vivir en una Argentina en estado de ebullición, al borde siempre de desparramar su lava? No lo sé.
Para distraerme de tanta puñalada, dejo de lado la doble pila de diarios y salgo a caminar. Hay una aire fresco en el aire pero el sol del mediodía y el ritmo de cada paso lubrican mi esqueleto. La contractura cede, a fuerza de puro movimiento. Vuelvo renovada, con la imagen del dorado de los árboles otoñales. Casi en piloto automático y aprovechando el envión del paseo, tiendo camas, ordeno la cocina, acomodo el desorden de cada domingo. Ignoro los diarios con todos sus anexos y suplementos. Busco una almohada gorda y amigable, una manta y un libro: Anatomía de la melancolía, de Robert Burton. A las pocas páginas sé que ya entré en diálogo con Burton y sus teorías melancólicas. Los cocodrilos se han ido.
Mañana les cuento...
Ilustración: Mauro Collares.
33 comentarios:
Ni con Demy y Favio se me fue el dolor del ciático =(
hola estrella, buen día: los dos estamos contracturados, ¿nos servirá la barrita de azufre? yo, por las dudas compré un cedé con clases de yoga exprés. no le tengo paciencia, pero pongo play, me tiro al piso diez minutos y después me clavo unos mates despertadores.
mil diez gracias por lo de escupir, por lo del diario y por tu increíble poema. tu buena onda es mundo grúa.
escupir creo que es una cara más literaria, creo; lo otro es más periodístico, lúdico, superficial, inmediato, quizás algo cínico y para nada resentido.
me interesaba decírtelo a vos.
un beso
h
La naturaleza tiene ese efecto oncreíblemente relajante!
El aire puro, el solcito, la tierra, los colores de las hojas, todo afecta nuestro ánimo de buena manera.
El problema con los cocodrilos es cuando se meten en el bolsillo!
Besosss
mantenenos al tanto de tu lectura de Burton, es un libro que siempre quise leer pero...
ojalá no vuelva esa contractura y esperemos (qué más se puede hacer?) que se le pase también al país.
saludos
Madre Naturaleza me ha brindado sus mimos de la misma manera.
El sábado, que amaneció soleado, nos permitió hacer una larga caminata por la costa y gozar de un mar celeste e iridiscente, libre de cangrejos y cocodrilos.
Besos Estre!
Ojalá que sigas mejor! Si no, siempre es bueno un poco de calor para las contracturas.
Besos.
Burton es el que describió el streess allá por 1700, no?.
Te fuiste a las primeras fuentes!.
Jeje... en casa hubo contractura sabatina y dominguera, producto de una noche de jolgorio y mover el esqueleto como hacía meses que no lo hacíamos...
Yo tengo la firme teoría de que existe el síndrome del bloguero, y una de sus manifestaciones físicas más comunes es ese molesto dolor metacarpiano por culpa del mouse...
De los efectos secundarios en la psique mejor no hablemos, porfa.
Que empieces bien la semana, Estrella! Aunque con el arranque del domingo, lo doy por descontado :-)
Estrella, espero que esté mejor. Las contracturas son un mal de estos tiempos, por lo menos acá en Capital es una especie de plaga. ¿Qué hacer? Aguantar y seguir.
Y cada tanto hacerse una escapada a Mardel para copiarle la caminata a la Condesa.
Buen día, estrella. La próxima, agarrá una toalla pequeña, pasale la plancha al máximo, dejala templar durante unos 10 segundos y ponela arriba de la contractura. Santo remedio. Y podés hacer todo mientras leés. Buena semana!
Creo que poco tiene que ver con la melancolía la torsión de la sociedad argentina presente. Sí sus efectos terminan trepándose en el corazón de los hombres y mujeres de buena voluntad y un resto de capacidad de sorpresa. No se deje contagiar y siga adelante, la necesitamos.
yo estoy leyendo La conjura de los necios de john kennedy toole, que me re3galaron para mi cumple
Besos y dias de otoño
JOTA,
¿Viste la de Favio? ¡Contá!
H,
Una alegría encontrarte por acá. De verdad me parció muy bueno la novela en varios capítulos.
Anoche pasé por LLP y ví que hablabas de las contracturas: juro que fue casualidad!
El diario también está bueno, entiendo lo periodísitico, lo lúdico y lo algo cínico, y no veo nada de resentimiento.
Ojalá llegues a buen puerto. Yo, por mi parte, estoy tendiendo algunas redes. Veremos!
Gracias por pasar por aca.
STELLA,
Sí, intenté llenarme los pulmones de aire fresco y de grabar la imagen de los árboles amarillos, pero los cocodrilos siguen ahí!
CONDESA,
Creo que nunca se lo dije, pero parte de mi corazón está en Mar del Plata. Mis abuelos tenían una casa en la calle Garay, como a ocho cuadras de la terminal y a otras ocho de Playa Chica. Mi infancia está ahí, en esos mares.
HIJA DE ZEUS,
Ando con la almohadilla del microndas a las cervicales... ¡gracias!
MICKEY,
¡Ese mismo! Apasionante la lectura, ya les contaré sobre los meandros melancólicos.
CASS,
AH! yo sabía! y esa tensión en el metacarpio por culpa del mouse va subiendo por el codo, el hombro... y muerde en las cervicales. Si le sumamos conflictos varios, no hay columna que aguante.
Gracias!
KOBA,
Sí, aguanto y sigo. ¿te llegó un mail que te mandé para que me ayudes con el famoso interlineado? Otra vez no puedo manejar este blog, ¿por qué los espacios? No me gustan!
CABALLERO,
"torsión de la sociedad argentina": ¡perfecto! Llevo sobre mi columna la torsión de este país contracturado.
Ta pasará! Gracias!
SILVIA,
Te va a gustar y vas a divertirte mucho. Espero post sobre la celebración del sábado: una buena crónica, como las que sabés hacer.
Guauu !! recuerdo que me lo habían dado como lectura sugerida en mis tiempos de estudiante, y lo elegí por su título, "El título más bello que un libro puede tener", sugerían algunos autores; pero.... no logré superar las primeras barreras temporales que me propuso. Aunque debo reconocer que sus teorías de los "fluídos corpóreos", son más que interesantes.
Te envidio, porque a mí me producía justamente esas contracturas que a vos te alivia.
Hola Estrella, oh casualidad yo también ando con contracturas, pero lo que mas me embroma es que tengo mareos y es desagradable. El motivo, vaya uno asaber, el Pais, la compu, los hijos, en fin, las preocupaciones. Ya pasará, no es tan grave,
Que te mejores.
efectivamente, las contracturas son problemas del alma...
...del alma...naque
¿ o querés que te cuentes mis contracturas ?
(Ana voy a probar lo de la toalla y si no da resultado te mando un oficial de justicia por ejercicio ilegal de la medicina)
ANÓNIMO,
Supongo que el próximo pst será sobre el libro. Ya lo terminé.
ANA,
Como janfi, se agradece la recomendación, vamos a probarla!
DdlV,
Para el vértido, andá a ver a la doctora López, neuróloga especialesta en el tema. Googleala. Si no me creés, peguntale a Janfi!
JANFI,
Contame tus contracturas!
Si te cuento mis contracturas te cuento mi vida; acordate que ya me tuve que operar de la columna hace unos ... años.
Querida estrella espero que sus contracturas se vayan pronto, necesito que su post aparezca todos los días.Recomendación:
-colchón duro y dormir sin almohada
-en esa posición comenzar a relajarse pensando en que van desapareciendo sus pies, piernas,caderas, dorso... así hasta sentir que desaparece la cabeza. Todo en perfecto silencio.-
Y dulces sueños........
Después, volver a armarse no cuesta nada, la realidad sola te lleva. Un abrazo. T.M.
Estrella,
Bolsita de tela, que de preferncia sea bonita y suave, llenarla de semillas de sésamo u otra aparente, coser los extremos para que las semillas no escapen, calentarla en el horno microondas y aplicarla en el lugar de la contractura hasta que pase.
Repetir la dosis cuantas veces sea necesario.
Si viene acompañado de un masaje de persona amada, mucho mejor.
Silvia, Feliz cumple !!!!
fraterno, con dolor de cabeza y todavía trabajando...
js
Estrella, elegí buscar claves secretas en su post, frases para explicar los caprichos de las cosas humanas.
Por ejemplo:
La contractura cede a fuerza de puro movimiento.
Me obligaré a utilizarla mañana en alguna conversación
la vida a uno lo contractura!
yo necesito una masajista urgente =(
te prometo escribir algo lindo Estre
Medusa
Qué buen libro La conjura de los necios, es genial.
Ahora chequeo mi mail, ayer ni hice nada de nada.
Buen dibujo! Acompañado de un buen texto
Felicitaciones por el post 200! Que vergÜenza no haber pasado!
RODOLFO,
Se, por momentos, difícil de leer porque tiene muchas citas, expresiones en latín, etc. Pero vale la pena.
M.T.
Cofienso que anoche me dormí con tu técnica, más la almohadilla de José, y ¡milagro! la contractura se ha ido. Espero que los cocoddrilos no vuelvan. Por las dudas, demoro un poco más las lecturas de los diarios.
¡¡Gracias!!
JOSÉ,
Tengo la famosa bolsita, claro que la industrializada. Anoche fue más que efectiva. Gracias!
MENSAJERO,
Qué buen comentario! Contame si te calzó en alguna conversación!
RA,
Estamos para atrás!
SILVIA,
Espero, con ganas.
LOITT,
No te preocupes, vale!
Es bueno el dibujo, de un gran dibujante, ex novio de M.
KOBA, MAESTRO,
Gracias!
Y a vos, Estre, ¿te llegó mi mail?
NOO, ¿ a qué dirección me lo mandaste?
Te lo acabo de reenviar. Tal vez sea que te lo mandé de otra dirección (no enterhase arroba gmail).
Fue un poco forzado pero la utilicé.
En una reunión, para ejemplificar que las excusas no resolverán los problemas y que debemos pasar a la acción.
Estre:
Ya està la crònica con apodos
beso
Sil
Menos mal que pudiste terminarlo bien. Nada mejor que leer un domingo. Y sí, es la maldita computadora.
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