29.8.08

Buen fin de semana

Una parte de mí te quiere escupir la cara / Pero otra parte de mí / te quiere patear la cabeza / y que duela, que duela / Que duela como duelen / los domingos para mí / Pájaros vuelan en mi cabeza / No cesan, me pesan y dejan la nada / Esa sonrisa que abre tu puerta / no empieza, no deja / De esquivar mi cara / Una parte de mí ­te quiere dar un beso / pero otra parte de mí /­ te quiere llevar a la cama / Y que duela, que duela / Que duela como duelen las mañanas para mí.
Letra de una canción de Alvy Singer (o Jano, o el hijo de Janfi).
Para ver el video (impresionante), acá.

27.8.08

Más correcciones y alguna duda (ya que les gustó el anterior...)

1) Recibió aproximadamente alrededor de 100 cartas.
Recibió aproximadamente alrededor de cien cartas.
Recibió, aproximadamente, alrededor cien cartas.

2) El viajero llegó al pueblo alojándose en una pobre pensión.
El viajero llegó al pueblo alojándose y se alojó en una pobre pensión.

3) El problema de la contaminación es una situación que nos preocupa.
El problema de la La contaminación es una situación un problema que nos preocupa.

4) Si tendría dinero viajaría a Londres.
Si tendría tuviera dinero, viajaría a Londres.

5) Cortázar es el autor de Axoltol.
Cortázar ¿Cortazar? es el autor de Axolot "Axolotl".

6) El Secretario de Hacienda le pidió cordura a los dirigentes.
El Ssecretario de Hacienda les pidió cordura a los dirigentes.

7) Quiero saber que te pasa.
Quiero saber qué te pasa.

8) Quién lo sepa que lo diga.
Quien Quien lo sepa, que lo diga.

9) Regresamos en breves minutos.
Regresamos en breves dentro de unos minutos.

10) Este libro es una novela en la cual se ven plasmadas las teorías indivuduales del modernismo.
Este libro es una Esta novela en la cual se ven plasmadas plasma las teorías indivuduales del Modernismo.

11) ¿Me lo vuelve a repetir?
¿Me lo repite?

12) Faltan ordenar los libros cómo vos me pediste.
Faltan Falta ordenar los libros cómo como vos me pediste.

13) A mi criterio, el slogan de los snobs es erróneo.
A Según mi criterio, el slogan eslogan de los snobs esnobs es erróneo.

14) ¡ No !.
¡ No !. ¡No!

25.8.08

Fulgor Argentino

El sábado a la noche, tuve la suerte de ver el espectáculo de teatro popular El fulgor argentino. Fuimos convocados por el CNL (Centro para un Nuevo Liderazgo), que se ha propuesto no ya invitar a nuevos líderes a almuerzos o encuentros, sino, más bien, ir hacia donde ellos actúan.
Así fue como, junto a otras 50 personas, fuimos hasta el barrio de La Boca a ver el espectáculo, a recorrer el teatro-galpón y conversar, tranquilos, con Adhemar Bianchi, director de grupo y hombre extraordinario.

(Hace un tiempo estuvimos en el Congreso, donde fuimos recibidos por Toty Flores, diputado nacional y participante del CNL. El año pasado viajamos hasta la ciudad de Rosario, un 20 de junio, a festejar junto a Julio Vacaflor y la gente de Alta en el Cielo, el Día de la Bandera, para llevar entre todos la larguísima bandera hecha con retazos azules y blancos que mandan desde los lugares más extremos del país, y que se van uniendo unos días antes, a la vera del gran Monumento rosarino).

Pero vuelvo al Fulgor Argentino.
Más allá de la obra –supongo que a esta altura ya todos saben de qué se trata, puesto que se inició en 1983 y desde entonces sigue funcionando a galpón lleno– las palabras de Adhemar, líder o "entusiasmador" al que fuimos a acompañar esa noche, me dejaron pensando.
"Nuestra obra se edifica sobre la base de tres pilares: la memoria, la identidad y la celebración".
Memoria, porque ya no tenemos a nuestros abuelos en las casas, o si los tenemos, no les preguntamos que pasó en la Argentina de sus años jóvenes. Identidad, porque después de dos horas de recorrido por la historia que nos formó, desde 1930 hasta el día de hoy, podemos entendernos quizás un poco más: podemos emocionarnos, llorar, divertirnos con los personajes que aun hoy reconocemos en cada esquina; seguir, sílaba a sílaba, la marcha peronista Pe-rón-Pe-rón- que- gra-nde- sos- mi- ge-ne-ral- cuán-to- va-lés; y al rato tararear ritmos tangueros o el rock afiebrado de los sesenta. Enmudecer cuando los años setenta entran en escena, abrazar a las madres alrededor de la Plaza y estremecernos con los tanques, las gorras y las guerras.
El tercer pilar: la celebración, fue lo que más me gustó. Cuánto de celebratorio hay en la vida, pienso. Ahí está el grupo Catalinas Sur, con su posibilidad de juntarse a ensayar en la plaza del barrio, de sumar ganas y entusiasmo sin abandonar las calles, que les son propias; de reunir niños con ancianos en la misma escena y de encontrar en el arte un factor de transformación social. No porque se conviertan en artistas –de hecho, son carpinteros, plomeros, herreros, comerciantes, profesionales, estudiantes, amas de casa– sino porque el ejercicio del arte los iguala, porque les da a cada uno la posibilidad de crear con otros, de expresarse y compartir.
Me fui feliz, con la esperanza puesta en la gente común, en líderes dignos y comprometidos... y con ganas de celebrar, algún día, un gobierno de hombres y mujeres con verdadera vocación de servicio.

21.8.08

Sobredosis de tristezas

Cuando busco una cita para el fin de semana, no sé por qué, dejo afuera las frases tristes. Quizás sea temor a que ustedes piensen que soy una pura tristeza o a que alguno se ponga a llorar sobre el teclado. ¡Ah! ¡pero hay belleza en la tristeza!
¿Por qué la creación nace no de la felicidad plena, sino de la angustia, de la carencia? Dicen muchos que la felicidad se explica a sí misma, no hay nada que agregar.
La tristeza, la melancolía sostenida y persistente necesita decirse. A veces, sólo a veces, el lector agradece la tristeza.
Por eso hoy, con este sol y en este día, va este ramillete de tristezas. Así, todas juntas, en dulce montón.
El que quiera leer, ¡que lea!

"A este sentimiento desconocido, cuyo tedio, cuya dulzura me obsesionan, dudo en darle el nombre, el hermoso y grave nombre de tristeza".

Buenos días, tristeza, Francoise Sagan.

Sólo me queda el goce de estar triste
esa vana costumbre que me inclina
al sur, a cierta puerta, a cierta esquina.
José Luis Borges

Por las arrugas de mi voz
se filtra la desolación
de saber que estos son los últimos versos que te escribo.
Joaquín Sabina

Tanto dolor se agrupa en mi costado
que por doler, me duele hasta el aliento.
Miguel Hernández

Si supieras cómo tartamudeo interiormente.
Intimidad, Hanif Kureischi

Desánimo. Sensación de cigarrillo apagado.
Clarice Lispector

Era una tarde cenicienta y mustia
destartalada como el alma mía.
Antonio Machado

Por tu amor me duele el aire
el corazón y el sombrero.
Federico García Lorca

Entre la pena y la nada me quedo con la pena.
W. Faulkner

El nombre de una mujer me delata
me duele una mujer en todo el cuerpo
Jorge Luis Borges

En el fondo no hay raíces
hay lo arrancado.
Hugo Mugica

Sucede que me canso de ser hombre.
Pablo Neruda

Para Joyce, la infelicidad es como un vicio.
Javier Marías

Hay golpes en la vida tan duros, yo no sé...
César Vallejo

Tu risa me hace libre, me pone alas, soledades me quita, cárcel me arranca.
Miguel Hernández.

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Cesar Pavese

Me siento inactivo en un mundo en marcha. Me preparo para salir de noche. Regresaré acaso con el hastío de siempre, y forzando la imaginación para poder construir una anécdota.
Lezama Lima

El mérito de mi obra deriva de que mi búsqueda de amor ha sido infructuosa.
John Cheever

A veces, bastaba con una bola de helado que se me caía al piso para partirme el alma.
Gonzalo Garcés

Había mucha tristeza en el fondo de mi estómago.
John Fante

Detrás de todo camuflaje hay un hombre desnudo y solitario en medio de una penumbra que lo aterra.
La vuelta completa, Juan José Saer

Me esperas allí donde no voy, me amas allí donde no estoy.
J. Barthes
Pasan días y días sin que de sus labios salga una sola palabra. Empieza a marcarlos en su diario con una S: días de silencio.
Juventud, J.M. Coetzee

La muerte de mi padre hizo mi muerte más real.
Alejandra Pizarnik

Nacimos ya en plena angustia metafísica, en plena angustia moral, en pleno desasosiego político.
Y yo, que odio la vida con timidez, temo a la muerte con fascinación.
El libro del desasosiego. Fernando Pessoa.

Y no hay cartas en el buzón. No, no hay uvas en la parra. Ya no hay bombones en tu caja ni diamantes en la mina.
Diamantes en la mina, Leonard Cohen.

19.8.08

Diálogos en espera X

Fin de semana largo en el campo de unos amigos.
Estamos por pegar la vuelta, cuando nos llega un mensaje de texto con el aviso de que nos esperan ocho kilómetros de cola en la autopista.
A ver, pongamos el noticiero, dijo el dueño de casa.
Telefé, único canal que funciona ahí. Somos cuatro adultos y un niño intrépido, de 8 ó 9 años.
¿Por qué cortan la ruta?, ¿y si una ambulancia quiere pasar?, ¿y si alguien quiere ir al baño?, ¿y por qué no protestan frente a la casa del que tiene la culpa? Ajá. Y sus padres le contestan, una a una, sus insólitas curiosidades, al tiempo que el noticiero avanza con el problema de las mafias y las drogras.
¿Qué es "narco"? –preguntó el intrépido–, ¿y por qué dicen Argentina NAAARCO?
Al rato empieza el programa de Susana, y mientras esperamos que el corte se levante, seguimos con el envión televisivo. En el living, una mujer doble pechuga (o triple o cuádruple, no sé cómo llamarla), siliconada de punta a punta, que busca escandalizar en cada afirmación del tipo: "me hice 24 operaciones" y bla bla bla.
¿Qué es eso? pregunta esta vez no el niño, sino el más acérrimo enemigo de la tele... a ver, ¡¡poné más fuerte!!
- Ajááá, le dice su mujer, ¿ves? Sos la prueba viviente de lo errado de tu teoría: la tele-le-da-a-la-gente-lo-que-a-la-gente-le-gusta-ver. Acá estás vos, haciendo shhh para escuchar al esperpento, mientras decís "no puedo creer lo que estoy viendo".
Uy, tenés razón.
La triple pechugona ahora habla de su show musical, berreta y bizarro.
¿Qué quiere decir "sadomasoquismo"? pregunta, inquieto, el niño atento.
¿Tiene un piercing en el clítoris? ¿Dónde queda el "clítoris"? insiste el curioso.
Corte.
En las propagandas, vemos avances del noticiero de la noche: asesinatos, juicio Cromagnon, captura de un genocida, asaltos, más sobre el triple homicidio, choques, incendio en alguna ruta del interior...
Así están las cosas país, y se las hemos contado. Mientras, yo pienso en el pobre niño, que ha sumado, sin para qué, nuevas palabras a su vocabulario infantil.

15.8.08

Buen fin de semana

(Juego: hay tantas sillas como niños, menos una; mientras los niños giran, una dama toca el piano; cuando se detiene, cada niño se precipita sobre una silla y se sienta, salvo el menos hábil, el menos brutal o el más desafortunado, que queda en pie, bobo, de más: el enamorado).
Frgamentos de un discurso amoroso, Roland Barthes.


13.8.08

Como quien deshoja una margarita

Hace tiempo que no doy con un libro capaz de mantenerme en vilo de día y de noche.
De los cinco últimos que he leído, ninguno me cautivó hasta hipnotizarme. No están mal (aprendí a abandonar la lectura si el placer se hace esperar); algunos, incluso, me gustaron mucho. Pero no me alcanza. Busco ése y no otro. Busco aquel libro que me lleve a la deriva más allá de lo cotidiano y que sea, a la vez, emoción y pensamiento; refugio y desvío; inquietud y calma.
Van los títulos y, como quien deshoja una margarita, sólo el me gustó "mucho, poquito o nada", más un mínimo comentario.

El Mar, John Banville: mucho (porque no había leído nada de este autor, y su prosa me resultó atrapante).
Ejércitos de la oscuridad, Silvina Ocampo: poquito (porque esperaba más, aunque tiene párrafos exquisitos).
La Tierra permanece, George Stewart, PDF (gentileza de Leo): mucho (porque fue el primer libro que leí en pantalla y unos de los pocos de Ciencia Ficción).
Diario Argentino, W. Gombrowicz: poquito (no es que no me haya gustado, simplemente no estaba con ánimo para la versión cascarrabias de Witold, así que por ahora lo voy intercalando con otras lecturas).
El escritor maldito, C. De la Sota: nada (porque después de haber leído El desierto y su semilla, de Jorge Barón Biza, este libro me pareció casi un chiste).

11.8.08

El desorden de tu nombre*

En la sobremesa de hoy, mi hija confiesa que su perra ya no se llamará Rosita. Ese nombre no le va, dice. Desde hoy la llamará Rosa María, en un intento de templar su carácter para que deje de lado sus recurrentes mariconadas y su personalidad dubitativa. Rosa María —insiste en su argumento— obligará a la pobre Rosita a pararse en la vida con más contundencia.
Que no, le decimos todos, cómo vas a cambiarle el nombre, ¿y su identidad? ¡¿¿eh??, ¡ella se sabe una rosita!


Y qué, se defiende mi hija: a mí no me gusta mi nombre y si pudiera me lo cambiaría. Me gustaría llamarme... a ver, ¡Amalia!... sí, Amalia ¡Carbajal!... y lo dice con gracia, detendiéndose en las aes que suenan tan lindo.

No serías vos, le digo yo, algo culpable por la carga a la que la he sometido. Alguien señala que llevamos el nombre que nos nombra por alguna razón. Otros, que no, que a partir de él construimos rasgos de nuestra personalidad.

¿Los juanes y las marías vibrarán igual que los ulises y los benicios? ¿Las marthas cargarán con el peso de un nombre pasado de moda, mientras que las olivias, las palomas y los santinos serán símbolos de las vanguardias onomásticas?
¿Sería un Ramón ese Ramón, si no se llamara Ramón?

*Título de un libro de J.J. Millás, que siempre me gustó.

8.8.08

Buen fin de semana

"El tiempo también se derrumba
como un puño cansado de ser puño".
Roberto Juarroz, Poesía Vertical.

7.8.08

Distracciones

Leo el último de Vila-Matas, mi autor espejo. Dice él mismo que se trata de un libro injustificable, cosa que no lo es, al menos para mí. Lee como yo leo: con obsesión, quijotescamente, a lo madame Bovary. Su mundo real es un un revoltijo de personajes-leídos, que le vienen como anillo al dedo cada vez que no puede nombrar lo que no tiene nombre. Alguna vez confesó que cuando deambula sin rumbo por las calles, adopta sin querer un aire a lo Wakefield, como si tuviera mujer y ésta lo creyera muerto y él siguiera viviendo al lado de su casa.
Leo en la página 59: He oído decir que la única manera de cuidar el ánimo es manteniendo templada la cuerda de nuestro espíritu, tenso el arco, apuntando hacia el futuro.
Está citando textualmente a Julio Ramón Ribeyro de Prosas Apátridas, y lo sabe porque en otros de sus libros le dedica un capítulo entero.
¿Ha oído decir? No, lo ha leído una y otra vez.
¿Por qué él, hombre-que-cita, esta vez disimula sus lecturas?
Al rato, escribe: Salí de su vida como se sale de una frase.

Quién lo dijo, pienso, segura de haberlo leído antes. Al instante me doy cuenta. Fue él, en Aunque no entendamos nada.
Será nomás que su vida se ha transformado en una sumatoria de citas y, como buen lector cercano a la sobredosis, ya no distingue la realidad de la ficción. ¿O será el famoso "guiño al lector" de siempre?

5.8.08

¿Qué comemos esta noche?

Días de mucho trabajo.
Entre corrección y corrección, se me filtra un pensamiento, que a veces se instala como un ronroneo agotador, ¿qué comeremos esta noche, quécomeremosestanochequécomeremosestanochequécomeremossss...?
Uff.
Nada. Parálisis frente a la cacerola.
Necesito ayuda. El ¿¿Qué hago?? no me deja trabajar.
¿Sugerencias?... no me hablen de milanesas, pasteles de papa, ravioles y mucho menos, de un plato de fideos. Tampoco de recetas complicadas.
Mi bache está en el día a día.
Condesa, absténgase...

4.8.08

Premio EMECE

Siguiendo con la cita de Gombrowicz, va desde este blog un gran aplauso para Federico Jenamaire, ganador del premio EMECE, con su novela Vida Interior.
Puedo decir varias cosas acerca de Federico:
Que es un gran escritor y una excelente persona.
Que no me canso de recomendar sus novelas Montevideo y Mitre.
Que Papá, publicada en 2003, es una de las historias más conmvedoras que he leído.
Que es un experto en los decires de Don Quijote de la Mancha.
Que ha recibido premios y becas.
Que también es un eterno finalista de concursos literarios.
Que en el cómo de sus narraciones está el qué de lo que cuenta.
Que hace unos años, en el programa El fantasma, de Canal (a), tuve la suerte de ser su "lectora fantasma", y de pasar, así, una tarde increíble en la Biblioteca Nacional.
Así que.
A esperar el libro, que saldrá en septiembre.

¡Felicitaciones, Federico!
Foto del día de la entrega del premio: Alejandro Guyot.

1.8.08

Buen fin de semana

"Llegó el final del concierto. Aplausos. Aplausos de los conocedores. Aplausos de los aficionados. Aplausos de los ignorantes. Aplausos del rebaño. Aplausos provocados por los aplausos. Aplausos que crecían por sí mismos, se acumulaban, se excitaban, se reclamaban... y ya nadie podía dejar de aplaudir porque todos aplaudían".
Witold Gombrowicz, Diario Argentino.