A pedido de adivinador del Pasado:
No me importa ni me importará si la voz de Sabina ya no es la misma, si Serrat ya pasó de moda, si de tan populares haya quienes los acusen de ser producto de un marketing feroz. De ninguna manera.
Para mí son y serán siempre dos poetas, dos atorrantes pájaros cantores, algo golpeados por la vida pero con el corazón intacto y la inspiración a flor de boca.
Ayer hubo fiesta en La Bombonera. La noche fresca y la luna que brillaba sobre un cielo más limpio que otros cielos. No sólo hubo canciones: ¿qué decir de la gracia y el desparparajo de estos dos hombres que ya han pasado hace rato los cincuenta, que supieron reírse de sus desvaríos, de sus malestares, de sus adicciones, de sus enfermedades?
Serrat es un hombre angelado. Su melodía se le escapa hasta cuando habla y, cuando canta, no sólo le tiembla el corazón en la garganta: sale a escena el trovador, el juglar, que acompaña con todo el cuerpo y con gestos adorables las estrofa de sus bellas canciones. Como si actuara cada melodía, como si recreara cada situación en la que sus versos se despliegan.
Sabina lo mira con ternura, lo admira y confiesa esta devoción nacida hace mil años. De Sabina no hay mucho que decir: se es fanático o no se es. El seguidor de Sabina le perdona todo porque se sabe destinatario privilegiado de su inspiración sin límites, de su ser poeta hasta cuando calla.
El espectáculo estuvo bien pensando, se repartieron el repertorio, intercambiaron el cancionero, compartieron la misma letra en perfectos contrapuntos. Era extraño escuchar a Sabina dolida por el "sangro, lucho, pervivo" de Para la libertad; y a Serrat rockear de a ratos con el Pirato Cojo.
Cuando la Fiesta se iba acabando, y minutos antes de empezar a bajar la cuesta, salieron de la mano con los Cien motivos para no cortarse de un tajo las venas. Uno de esos motivos es, sin duda, saber que mientras existan poetas, no habrá tiempos de eternas penurias.
Para mí son y serán siempre dos poetas, dos atorrantes pájaros cantores, algo golpeados por la vida pero con el corazón intacto y la inspiración a flor de boca.
Ayer hubo fiesta en La Bombonera. La noche fresca y la luna que brillaba sobre un cielo más limpio que otros cielos. No sólo hubo canciones: ¿qué decir de la gracia y el desparparajo de estos dos hombres que ya han pasado hace rato los cincuenta, que supieron reírse de sus desvaríos, de sus malestares, de sus adicciones, de sus enfermedades?
Serrat es un hombre angelado. Su melodía se le escapa hasta cuando habla y, cuando canta, no sólo le tiembla el corazón en la garganta: sale a escena el trovador, el juglar, que acompaña con todo el cuerpo y con gestos adorables las estrofa de sus bellas canciones. Como si actuara cada melodía, como si recreara cada situación en la que sus versos se despliegan.
Sabina lo mira con ternura, lo admira y confiesa esta devoción nacida hace mil años. De Sabina no hay mucho que decir: se es fanático o no se es. El seguidor de Sabina le perdona todo porque se sabe destinatario privilegiado de su inspiración sin límites, de su ser poeta hasta cuando calla.
El espectáculo estuvo bien pensando, se repartieron el repertorio, intercambiaron el cancionero, compartieron la misma letra en perfectos contrapuntos. Era extraño escuchar a Sabina dolida por el "sangro, lucho, pervivo" de Para la libertad; y a Serrat rockear de a ratos con el Pirato Cojo.
Cuando la Fiesta se iba acabando, y minutos antes de empezar a bajar la cuesta, salieron de la mano con los Cien motivos para no cortarse de un tajo las venas. Uno de esos motivos es, sin duda, saber que mientras existan poetas, no habrá tiempos de eternas penurias.
20 comentarios:
Hola Estreee!!
Que lindooo! Estaba esperamndo este post tuyo!!!
Es como vos decís, estos hombres son POETAS!!!
A uno puede gustarle o no la mñusica que hacen, pero nadie puede negar que son unos genios absolutos!
Qué bueno que pudiste disfrutarlos!
Un lujo!!!
Gracias por contarnos!!
Besitoo
¡Cómo me hubiera gustado estar ahí!
Gracias por contarnos y asociarnos a la fiesta.
Besos y buen comienzo de semana.
El que no se conmueve con Serrat y Sabina NO TIENE SANGRE EN LAS VENAS.
Muy bueno el post, a mi también me hubiese gustado estar allí.
Serrat y Sabina,dos estilos diferentes,los dos, amantes de la poesía, dos grandes.
Con Serrat conocí a Machado y disfruté de una de las etapas mas lindas de mi vida.
Todo un maestro en el arte de la seducción.
estuvo impecable el recital...! no tengo mucho más para decir... solo que estoy, desde que llegué al trabajo, escuchando los temas que cantaron ayer!! (Sabina tocó algunos que nunca toca en vivo!)
Nos asociaste a la fiesta, Estre.
Es poètico lo que contàs y la manera que tenès de contarlo.
La barra, eternamente agradecida.
la verdad que estuvo barbaro, como no emocionarse con tanta poesia, el corazon contento, y algunas penas tambien
que bien que lo contás!!
es como si hubiéramos estado ahí!
Hola Estrella, me acordé de dos libros re buenos que podés leer, literatura política, José Pablo Feinmann, "La astucia de la razón", y su continuación, "La crítica de las armas". Son dos novelas magníficamente narradas. Besos, y decime por qué, dónde, cuándo, cómo, etc., etc., me apuro en el relato de los hermanos.
Esos dos son unos grandes!!!Me hubiese encantado verlos!
Me alegro que hayas pasado bien!Saludos!
Todo bien, pero ¿soy el único que preferiría pasar una noche en la comisaría? ¡Panic attack total!
Saludos.
Ufff!!! Estre!!! que buen post!!!
Me hubiera encantado ir a ver a esos dos grandes, pero me quedé con las ganas.
Igual, te digo que con tu relato lo viví un poquitito como si hubiese estado ahí.
Gracias!
Que buena estrella que tienes muchacha!!! Con cuanto gusto nos relatas lo bonito que vives. Extraña pareja de recuerdos.
Gracias de nuevo o de vuelta... Que maravilla. Siempre.
un abrazo fraterno
js
Aunque no son mis favoritos absolutos, la única razón para no ir fue que este año ya había gastado mucho en recitales. Me hubiera encantado, se ve que se divierten y que lo trasmiten.
¡Me alegra mucho que lo haya pasado tan lindo!
He vuelto.
Querida Estrella;
Muy linda descripción de estos dos magníficos degenerados, incorregibles, inigualables.
Cariños
P.M.
A todos: muchas gracias por los comentarios.
CLAUDE, sobre gustos no hay disuputas, como dice Serrat.
TOMÁS, ahora paso por tu blog.
Gracias, gracias, gracias!
no los soporto mas!!!
RA,
Yo puedo aguantar sobredosis de sabina y serrat... no te preocupes, ya se van!!
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