1.8.08

Buen fin de semana

"Llegó el final del concierto. Aplausos. Aplausos de los conocedores. Aplausos de los aficionados. Aplausos de los ignorantes. Aplausos del rebaño. Aplausos provocados por los aplausos. Aplausos que crecían por sí mismos, se acumulaban, se excitaban, se reclamaban... y ya nadie podía dejar de aplaudir porque todos aplaudían".
Witold Gombrowicz, Diario Argentino.




23 comentarios:

Anónimo dijo...

Como critica de teatro te comento que el fenomeno de los aplausos es muy singular. A veces la gente se aburre o se duerme y aplaude a rabiar al final. O al reves, la gente se conmueve bastante, pero no es muy entusiasta con los aplausos.
Dados el lugar del teatro, la cantidad de localidades llenas y tal vez la acustica del lugar, ya tengo desarrollado mi aplausometro casero.
Besos
BFDS
Medusa

Claude dijo...

En esas escenas me matan los que siguen hablando como si nada, mirando para otro lado, etc., mientras aplauden automáticamente y es evidente que casi no tienen idea de lo que pasa alrededor.

Occam dijo...

No me queda otra cosa que aplaudir...

Yoni Bigud dijo...

Gombrowicz es el escritor polaco??? Hace unos años leí un libro suyo en el que hacía públicas unas cartas con un amigo argentino, que me pareció excelente. Muy gracioso y bien logrado. Me hiciste acordar.

Un saludo,

Anónimo dijo...

Es complicado lo de los aplausos.
Como dice Med (que de esto sabe bastante) cuando quedas medio shocked, no da para aplaudir.
Y si el que está en el escenario es amigo tuyo, aplaudís como lo harías con la mejor noche de Laurence Olivier en Macbeth.

Al que nunca aplaudiría es a Gombrowicz (tampoco lo abuchearía).
Es que nunca le pesqué la onda.

Buen fin de semana.

Anónimo dijo...

Mickey
Te doy un ejemplo, no dos.
En el espectaculo anterior de La zaranda, grupo español que esta ahora en Bs As, los actores se iban subidos a un perchero y no reaparecian, la gente se quedaba perpleja.
Y en La cuna vacia de Omar Pacheco, no aplaudias de la angustia que te daba, por el tema muy doloroso.

Stella dijo...

En la colectividad croata hay un señor que siempre da los discursos. En los cumpleaños, en las conmemoraciones, cualquier excusa es buena para que el pida silencio y hable. Ya tiene como 90 años y le aplaudimos cada vez que el buen hombre hace silencio para respirar. A veces tenemos suerte y se queda callado!
ajajajajajaa

Besos y buen finde!!!!

Ojaral dijo...

No es que a Gombrowicz no le gustara Buenos Aires, de hecho gracias a su estancia en Argentina, según propia confesión, redescubrió su estilo y pudo seguir escribiendo. Lo que le molestaba era la tilinguería de la intelectualidad porteña, sus cenáculos de escritores cultos, las ceremonias prestigiosas (el teatro Colón, digamos), la imitación torpe de las modas europeas, esas cosas. Amaba las zonas bajas y oscuras, los suburbios, las provincias, la juventud, los colimbas. Un genio Witoldo.
Saludos.

La herida de Paris dijo...

Se cuenta, que cuando se inauguró Bayreuth, el máximo apogeo wagneriano, fue invitado el Kaiser Guillermo I.
Al termino del ciclo del Anillo de los Nibelungos se escuchó una tremenda ovación. El Kaiser mientras apaludía a rabiar, repetia en vos baja ¡Horrible!, ¡Horrible!!.
Creo que muchos pensaban lo mismo, pero ¿cómo animarse a decirlo?.
Saludos.

Estrella dijo...

SILVIA,
Yo soy de las que aplauden si hay pocos aplausos, porque me da lástima el actor desplausado en el escenario.
Cuando algo me gusta mucho, y como no puedo gritar porque mi voz es malísima, le digo al de la lado que grite... y le doy letra. Un deastre lo mío.

CLAUDE,
Ah, sí, eso se ve mucho en entregas de premios, en los colegios, por ejemplo. Se aplaude en piloto automático.

OCCAM,
Bienvenido!

YONI,
Lei sólo Ferdydarke y recién empiezo con los Diarios, después cuento.

MICKEY,
Confieso que yo tampoco le pesco la onda a G., al menos por ahora. Cuando creo que sí, que voy en camino, me desolaoca. Quizás ahí esté el encanto. Veremos.

Cuando en el escenario hay un amigo, necesitaríamos cuatro manos, en lugar de dos.

STELLA,
Claro! ¡el aplauso silenciador! Me imagino al hombre, ávido de micrófono y los clap clap que lo dejan mudo!

OJARAL,
Me viene bien tu empujón, porque no termina de caerme simpático W. Por ahora despotrica mucho, y no ha andado aún por los bajosfondos.

Tiene algunos párrafos geniales, pero me falta, me falta. Sigo leyendo.

HERIDA DE PARIS,
Maravillosa tu anécdota, como las que cuenta MEDU.
Gracias.

Mensajero dijo...

Nunca hablo en público sin mis aplaudidores.

Susana Peiró dijo...

¿Sabés qué? Me encanta encontrar tu "Buen Fin de Semana!" para comenzar oficialmente la pausa!

Y aquí estoy -sin aplausos- pero con cariño, deseándote buenos momentos junto a tus seres queridos!

Un abrazo, Estrella!

So dijo...

Me gustó la anécdota de Stella!!!

Besos Estre!

José Soriano dijo...

Maravilloso don Gombrowicz, leer sus comentarios sobre la Argentina en que vivimos reflejan como nadie un comportamiento pasado que asombra por su vigencia hasta el presente.

Lo descubrí muy jóven gracias a Ariel Delgado y Leonidas Lamborghini, malas compañías de redacción, que insistían en hacerme leer buena literatura.

"Ser poeta no es decirse a sí mismo. Es asumir la pena de todo lo existente, es hablar por los otros, es cargar con el peso mortal de lo no dicho, contar años por siglos,ser cualquiera o ser nadie, ser la voz ambulante que recorre los limbos procurando poblarlos”. Javier Heraud

Aunque no es de él, lo describe perfectamente.

Maravilloso fin de semana para Ud. y los suyos.
fraterno
js

La condesa sangrienta dijo...

Algo sobre Gombrowicz en La espada vengadora:
http://lotuyaesta.blogspot.com/2008/08/gombrowicz-en-argentina-por-witold.html

Y ya que estamos en pleno fin de semana... ¡¡Un aplauso para el asador!!

José Soriano dijo...

Condesa!!!, ese es sin duda el mejor aplauso.
fraterno
js

El Caballero de la luna dijo...

¿Quién habrá sido el primero en aplaudir? ¿Bajo qué estímulo? No puedo evitar pensar que no hay un impulso natural sino un hábito cultural en esta manera de agradecer, de mostrar admiración. No tengo nada contra los aplausos; por el contrario, las escasas veces que me aplaudieron me encantó. Pero a mí no me sale fácil aplaudir: me río, lagrimeo, grito, bostezo, bueno, dependiendo del evento. Se sabe que soy un inadaptado. Feliz fin de semana, Estrella...

Anónimo dijo...

esas manos parecen las de una bailaora...
Medu

Ra dijo...

¡muy buen fin de semana!

ojala que salga el sol ;)

¡besote estrella!

Anónimo dijo...

Saliò el sol, Ra!
Saludos
Medusa

Diamantina *·. dijo...

Hola Estrella!
paso a visitarte como siempre,
me encanto - Buscando la receta magica -!
besitos
nos leemos *·.


Fer

Anónimo dijo...

No me gustan los aplausos. Es una costumbre muy amarreta. Preferiría que a modo de sentido reconocimiento y solidaridad con los artistas el público arroje al escenario vegetales, quesos, carne congelada, productos de limpieza y tocador.

Angie Angelina dijo...

En el campo estrella? que envidia!