El sábado a la noche tuvimos un fiesta de cumpleaños de una buena amiga. Como pensábamos que no podríamos ir, no nos ocupamos de la consigna del ágape, que invitaba a llegar con una peluca. A último momento se nos descomprimió la noche y hasta ahí fuimos: él con sombrero, yo sin peluca.
No bien entramos, guaaaauu, pensé, la cosa era en serio. Pelucas a granel. Sospecho que la intención de la homenajeada fue evitar que se hablara del canje de la deuda, los escraches del día, o, simplemente, que los kirchneristas ocuparan el lado izquierdo de la carpa y los anti, el centro o la derecha. O al revés, ya no lo sé.
Pasado el primer impacto, confieso que fue divertido recorrer el peluquerío reinante.
Gente de todas las edades, intelectuales, médicos, terapeutas alternativos, hombres y mujeres del montón, bailaban escondidos entre pelos fucsias y pelucones onda hippie, como aquella de Paolo, el rockero. Para no desentonar, me enrosqué la cabeza con una pashmina que había llevado y así, con mi turbante a cuestas paseé por la fiesta sin llamar la atención: poca gracia le hacía al empelucado detectar algún rebelde por ahí.
Un pobre hombre se arrinconó con su calva en un sillón; otros rajaron apenas la cosa tomó color. Pobres los tímidos. No nos queda otra que mirar la fiesta con la ñata contra el vidrio o armarnos de coraje y decir: y bue, es un ratito, ya pasará. Confieso que miré con cierta envidia a la mujer que se animó a ir con la cabeza llena de ruleros estrambóticos, o esa otra, tan habilidosa y creativa que se armó una flor de peluca con rollos de virulana cosidos con dedicación.
La cosa se puso divertida, quizás porque la dueña de casa es una mujer sumamente querida por todo el mundo y además, acaba de reconciliarse con su ex marido, después de años de idas y vueltas.
En la pista de baile empezó la función. Hubo de todos, acobardados y caraduras; mujeres consteladas, desinhibidas y libres de mandatos ancestrales; terapeutas corporales que, ya se sabe, están más allá de cualquier inhibición; hombres serios de pantalones pinzados que no encajaban con sus pelucones estrambóticos y hasta un proyecto de bombón asesino con trapos de odalisca. Al rato, muerta de calor, me saqué el turbante. Basta, ¡cumplí! Otros, estoicos, mantuvieron lo suyo, a pesar de la picazón.
Música, tragos, banda, algarabía.
No fue tan grave. Total, que me divertí mucho con nuestro buen amigo J., filósofo de los buenos, que se le dio por zarandearse por la pista con una peluca puesta al revés, es decir, el que bailaba no era un señor filósofo sino una maraña de pelos, de donde solo cada tanto asomaba una nariz.
27 comentarios:
¿Era patrocinado por Pozzi? jaja
Vos sabés que a mi me encantan esas fiestas, pero reconozco ser un gran tímido y no las disfruto como se debe. Me da la sensación de hacer el ridículo, siento que no tengo la gracia para hacerlo.
Simples complejos.
La conclusión que saco: querés mucho tu amiga. Está bien eso.
Muy bien, muy bien. No sé si me pondría una peluca, pero iría a la fiesta. Eso seguro.
Un saludo.
Me gusta!!!
Quiero una peluca rubia con rulos, bien distinta a mi pelo (ahora estoy colorada, lacia y con flequillo) y salir a la pista a zarandear la matraca.
Viva la fiesta!!!!!
(Consulta: El Sr. J, es el elegante Sr. J que fuma cigarritos????)
Quiero foto!
jajajaja qué divertido!!!
yo soy de las desinhibidas, pero me cuesta un poco al principio. por lo general me junto con gente para las que no se inventó la palabra vergüenza y eso ayuda a perder el control.
me encantan las fiestas con consignas.
las de disfraces.
las fiestas, punto.
Ud dirá. "lo que se pierde este gil" pero yo no voy.
No puedo ir a fiestas de disfraces. Hace unos años me animé a una y le juro que lo pasé tan mal, que nunca más.
Que lo disfruten los que pueden, para mi no es.
J ES JANFI ????.
CARIÑOS.
ANGELINA,
Bueno, por lo menos vos pensás en Pozzi, no como X. que me preguntó: "¿por qué? ¿alguien tiene cancer?". Pensó que era un gesto de solidaridad...
CONOCIDO,
Pues sos de los míos. La verdad es que durante un buen rato me la pasé OBSERVANDO a los libres de todo complejo, a los desinhibidos, a los caraduras. A mí no me sale, actúo un rato, si se me da la gana, y a veces termino por creerme el papel y la paso muy bien.
No te imagino con peluca!
YUPI,
Y, sí, es una gran persona, y me parece que estaba tan pero tan feliz que quiso el gran festejo.
YONI,
Hay pelucas y pelucas, jamás me pondría ésa, la de los ruleros!
WONDER,
Sabés que cuando vi a una mujer con una peluca de pelo corto color fucsia, pensé: qué tonta, buena oportunidad para verme con otro color, otro largo...
Pa´la próxima.
¿Que fuma cigarrito?
ECLIPSE,
Ah, mirá vos. Entonces participarás de alguna murga, ¿no?
MARMOTTAN,
Ja,ja,ja... ¡no! No era janfi. No lo conocés, se llama Juan.
Che, que malaonda X!
Jaja... me hiciste reir. Está narrado de manera graciosa, pero satisfactoriamente.
Ahora, me quedé con las ganas de ver ese injerto que tenías en la cabeza, me refiero al "salvafiestas" que habrás armado como para zafar, ingeniosamente.
Quizá hubiera sido correcto comprar una palmera, enmacetada, arrancarla de raíz, y simular unas rastras, ja.
Un beso, y gracias por pasar por mi blog, humilde, pero blog en fin.
Ernesto U.
Estre: el uso de algunos "confieso" en tu relato-muy divertido, por cierto- indicaría que estás revelando ciertos pecados. Qué cosa, ¿no?... Entiendo que no a todo el mundo tiene por qué gustarle ir a fiestas con peluca, fiestas de disfraces o fiestas a secas, pero de ahí a "confesar" que uno la pasó bastante bien... Parecería que no pega ser "léido" y divertirse. No sé, pero creo que a veces le tenemos tanto miedo al rídículo que nos perdemos oportunidades de disfrutar y ya.
Y la vida es una sola, como diría mi abuelo (que era ridículo, pero la pasaba bomba).
Saludos!
"No le debo nada a Entel
me cuido la nariz
el silencio termina mañana
me voy a desvestir."
Peluca Telefónica
García / Spinetta / Aznar.
Yendo de la cama la living.
Saludos.
Ahh, que lindo!!! Una va toda tímida y despues de un rato, termina pasándola bomba!
¡Qué bueno!!
Besoos
ERNESTO,
No hay registro fotográfico de ese momento, por suerte, debo decir!
BETINA Z,
Los "confieso" son para mí misma. Viste cuando te das cuenta que entrás diciendo: qué espanto, qué mal lo voy a pasar; y al rato ves que de verdad, con un poquito de esfuerzo (o de voluntad) la pasaste bien.... Por eso miro con envidia a los que no acusan ninguna incomodidad. Creo que no tiene que ver con una postura, sino más bien con las propias limitaciones, aunque a veces uno, a partir de allí, elabora una buena teoría para aliviar el disgusto.
Bien por tu tío, el ridículo!!
OPI,
Todo Spinetta dentro de tu cabeza :).
STELLA,
¿Viste? A veces pasa!
Las reconciliaciones con los ex, producen todo tipo de extraños efectos, el famoso efecto mariposa tambien.
besotes
J de Janfi fuma cigarritos.
Y si, te re veo con un apeluca fucsia, jaja.
Soy de las tímidas y como no lo parezco me insisten Dale, dale
¡Qué buena idea la de una fiesta con pelucas! A mí de chico me pusieron una vez una peluca para divertirse los grandes conmigo, y decían que parecía Mafalda, así que de grande no intenté más. Pero me ha dado usted una buena idea para aplicar en la próxima, sobre todo si de una vez por todas llega el frío y uno quiere hacer asado en la terraza.
Mi cordial saludo.
agrego que cada uno se divierte como mas le gusta pero la onda cotillon no me entretiene para nada
Y mucha gente festeja de este modo ultimamente tipo ...por cuatro dias locos ....
Ole por ellos, yo paso
Sí. ya se soy un moplo
MINOMBRE,
Estaba tan feliz, se le notaba en la cara, en el cuerpo y ¡en la peluca!
MARY POPPINS,
Qué bien dicho: soy de las tímidas y como no parezco me insisten... :)
Soy moplo, como vos. Sufro cuando veo avanzar el cotillón, sobre todo cuando no conozco a la gente. Si estoy entre íntimos amigos o con la familia, no me importa nada. Si tengo que elegir, prefiero el antifaz!
OCCAM,
Pues que dan calor, no lo dudo. Todos terminaron rascándose la cabeza por la picazón; hacía calor y tanto bailongo...
No la veo con peluca Estrella, yo tampoco me siento cómoda con ellas, prefiero sombreros, antifaces, muy sobria; aunque me gusta divertirme y siempre termino enganchándome. Todo por una amiga!!!!!. Abrazotes.
A la vida hay que disfrutarla y celebrarla como se desee!!
Lo bueno es hacerlo sin obligar a nadie.
Por lo pronto, en mi caso, lo mejor sería una peluca al estilo "Tío Cosa", que me cubriera por completo, además de abrigarme, en caso de ser una fiesta en pleno invierno!!!jajaaa
Saludos!
Me cuesta disfrazarmey envidio la alegría y soltura con la que algunos lo hacen...
Yo también, como Mary Poppins, odio el cotillón, pero abro un paréntesis: en este caso la fiesta era "con consigna", tenías que llevar determinada cosa (está muy de moda eso, yo creo que auspiciada por los distintos rubros adonde uno tiene que ir 10 minutos antes de la fiesta en cuestión), entonces uno elige si ir o no, ponerse o no el cuchuflo pedido, etc.
El cotillón, en cambio, es un atentado terrorista en medio de la fiesta, porque uno viene muy pancho disfrutando como se manda y de golpe cae alguien con una gigantesca bolsa de consorcio y empieza a sacar estrellitas, bananas que hacen las veces de maracas y no sé cuantas aberraciones más y como si eso no les bastara, te miran muy mal, cuando uno decide que mejor no se pone la vincha flúo ni agita una zanahoria y que peor le cae que cualquier poligrillo venga y le tire papel picado en el escote como si fuéramos amigos de toda la vida, haceme'l favor!
Perdón, me despaché. Abrazo.
T.M.
Depende de qué peluca, M, la de los ruleros, ¡jamás!
Un beso!
CANDOROSA,
Pues la de mi amigo J era tipo Tío Cosa, hubieran hecho una linda pareja!
NOESPERES,
No sos la única, ¿¿dónde se meten los tímidos en las fiestas?? Se ve que, en el fondo, somos buenos actores.
GLENDA,
Me hiciste reír mucho conn tu descripción del atentado terrorista. En mi proxima repartida de coltillón, me voy a acordar de este párrafo tuyo cuando alguno venga, muy suelto de cuerpo, a encajarme la banana-sonajero.
Despachate con toda, que te sale muy bien!!
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