21.11.07

El ensoñadero

Hoy, temprano a la mañana, me encontré manejando en medio de hileras de jacarandás esplendorosos, que resaltaban en el fondo del cielo, tan azul como el mar azul.
Dice la filosofía zen que hay que vivir en el presente, aquí y ahora. Es decir: cuando como, como; cuando manejo, manejo. Para mí, en cambio, el auto es como un gran ensoñadero, sólo el brillo recién nacido de los verdes primaverales me instala en el más perfecto presente. Ni el tráfico ni las bocinas presurosas logran sacarme de mi construcción imaginaria. En el auto ensayo el más logrado de los diálogos que, claro, nunca tendré en la vida misma; soluciono la vida de todos los que quiero; recreo retóricamente la mejor de las escenas, ensayo post para este blog o monto una gran puesta, que de tan verosímil justifica mi día. Los días de tristeza cruda, ahí está la música, como perfecta banda de sonido para mis desdichas pasajeras. En el auto pienso, ordeno mis ideas; como si me invadiera, de golpe, una lucidez única, que se escapa una vez que, desde el ensoñandero, detengo la marcha y llego a destino
.

31 comentarios:

Claude dijo...

A mí me pasa lo mismo. Y también cuando voy en colectivo (me encanta ir en colectivo). Tengo una teoría: hay algo de placenta en los vehículos. Es delirante, pero por lo menos en mi caso es así.

So dijo...

Me gusta mucho manejar y sobre todo si es por un camino continuo, autopista o similar porque no tengo que estar pendiente de los semáforos o algún idiota que clava los frenos de golpe (aunque esos los encontrás en todos lados) jajaja.

Lo cierto es que a mí me relaja, me distiende y me encanta ir escuchando la radio, conversar imaginariamente con los conductores y sobre todo si está divirtiéndome en ese momento, me quedo en el auto (aunque haya llegado a destino) hasta que termina la sección que me interesaba! jaja.

besos

Anónimo dijo...

leí en varios reportajes a músicos y compositores que el auto, el tren; los colectivos son lugares en donde encuentran mucha inspiración!

Stella dijo...

Estrellita, se port parece escrito por mi.
Me siento taaaan identificada!!!
La única diferencia es que no pongo música! Manejar, pensar y escuchar musica es demasiado para mi! jajajaaa
Pero en el auto hay silencio, cosa que en mi casa no hay, entonces se convierte en el lugar ideal para pensar!!
Una vez yo tenia que ir a buscar a mi hija al cole y despues, juntas, ibamos a ir al supermercado. Mientras manejaba iba pensando en la lista de compras. Llego a destino, estaciono y cuando me bajo del auto me doy cuenta de que estaba en el super!!!
Ni se como llegué, me re colgué y me olvidé de ir a buscar a mi hija!! Asi que vuelta al auto, al cole y asi, juntas, a comprar!!

Y despues dicen que soy distraída!!
Qué injusta es la viiida!! jajaja

Besoss

Stella dijo...

Perdon, te decia que ese post parece escrito por mi.

Anónimo dijo...

Estrella, ojalá tantos taxistas de Buenos Aires sintieran lo mismo cuando están al volante.

Anónimo dijo...

Estrella, pará de escribir que tengo que laburar.-

Gabito Crónico dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Gabito Crónico dijo...

Tmb soy de los que se relaja manejando. Más aún cuando voy solo cantando como un desquiciado sin verguenza...(tiene que ser invierno así no bajo las ventanillas, claro...tampoco tan descarado che)

José Soriano dijo...

Como envidio tu mañana de hoy temprano en la mañana.Me ha tocado manejar hoy y sin embargo no encontré el placer de siempre. Demasiado cemento en la ruta hacia el oeste o tal vez porque iba hacia el dentista.

El auto calma como una almohada, pero es mucho màs peligroso.

Hemos hecho viajes memorables. Desde Lima a Lago Aluminè en el sur argentino.
Recorriemos el desierto de Atacama ida y vuelta, las punas argentinas de Salta y Jujuy, la costa chilena hasta el sur, los lagos argentinos una maravilla. Dos meses de puro placer.

Manejar es sin duda una buena descarga y fuente de inspiración.

fraterno
js

Unknown dijo...

Qué suerte tienes de poder aprovechar ese tiempo para meditar... Yo suelo concentrarme en la ruta, a no ser que algo me obsesione o me preocupe. Ce todas formas conviene no distraerse demasiado,por tu seguridad y por la de los otros que manejan por la carretera ;-) Besos,
V.

no tan iguales dijo...

En un día de tristeza cruda me encantaría poder disfrutar de semejante remanso. Lo que hago no es muy original, pero es efectivo: llorar a escondidas hasta secarme.

Anónimo dijo...

Algunos dicen (bah, existen varios estudios realizados al respecto, pero ponerse tan "científico" en un lugar como este es, por lo menos, desubicado) que en el momento en que realizamos actos repetitivos, no concientes o reflejos (manejar es el mejor ejemplo), la mente trabaja paralelamente en otro plano, este conciente, entonces... pensamos claramente, procesamos muchas cosas que en otro momento de nuestra rutina diaria no cuajan.
Siga manejando estimada estrella, así este blog crece con sus letras, pero no desvaríe tanto, porque se estrolará contra un preciado jacarandá

Juan Gonzalez del Solar dijo...

No sabe cuán representado me siento.

Hace algún tiempo entendí que el tiempo en el auto es el mejor momento para entender que el tiempo no existe ni transcurre.
Desde entonces la paso bien cuando se me hace imposible no comerme un tráfico de antología.

Abrazo enorme

Anónimo dijo...

Manejar es un placer casi siempre.
Ahora, menejar entre hileras de jacarandaes en flor, es el camino al cielo!.

Fernan dijo...

Nada mas lindo que salir a pasear escuchando buena musica, anque el caminar me inspira mas. Salir a caminar con el walkman mirando a la gente es un verdadero placer.

Estrella dijo...

CLAUDE COTIN,
¿Vos decías algo como de útero materno?

SOPHIE,
Así es, ser testigo de diálogos de la radio es fascinante. A veces te dan ganas de meterte en la radio y participar. Gracias por pasar, y sigamos andando!

LUCIA,
¿Será el ritmo de andar, como un ritmo donde nuestra inspiración se siente acompasada?

STELLA,
JAJA, si supieras las veces que me pasa eso! Y sí, cuando unoo tiene varios hijos, se acostumbra al auto como refugio. Además, manejar es lindo, es como un hacer sin hacer.
Pobre tu hija, ¿ya te perdonó?

DISPARADOR,
Bueno, no sieeeeempre manejo así, cuando estoy apurada, mi ensoñadero se convierte en calabaza.

CONOCIDO,
ja! trabaje nomás, que hay que ganarse el pan.

GABITO,
Me parece que el auto también tiene otras virtudes: ¿no cantamos mejor al volante?

Estrella dijo...

SORIANO,
Manejar calma como una almohada, pero no tengas miedos, que igual voy atenta... y despacio.
Para los viajes, nada mejor que grabar un CD: "Para un buen viaje": verdadero compañero de ruta. Despúes, con el tiempo, esa música tiene recuerdo a viaje.

¡¡TE FELICITO POR LA NUEVA NIETA!!

POETA,
No se asuste, cuando tengo que estar atenta, no me distrae nada.

NOTAN
El llanto te deja seca, pero liviantita para redoblar la apuesta y seguir adelante, ¿o no?

ANGEL,
JAJa, no, no me voy a estrolar contra un jacarandá!! Interesante lo que decís, lo mismo pasa con... la cocina, el tejido, hasta cuando pasás la escoba!!

Enrique Rossi dijo...

Solo se puede lograr la abstraccion si estamos preparados para ello. La musica es un gran disparador de esa sensacion de desaparacion instantanea que sentimos mientras manejamos, caminamos o hacemos algo. Esa sensacion puede ser representada idealmente por la foto que pusiste; soledad (un camino y la persona). Ahh y ya que estoy te cuento que esa foto (si mi memoria visual no falla) es de la Recta del Tin-Tin en la provincia de Salta, llegando al pequeño pueblo de Cachi. Saludos Estrella, un gusto leerte!.

Estrella dijo...

Gracias! Claro que tenés muy fresco tu viaje. Las rutas y los caminos tienen ese nó sé qué...

Anónimo dijo...

Me convenciste, esta es la mejor publicidad de autos que vi en mi vida, de hecho, ya mismo me voy a comprar uno :P

Anónimo dijo...

Y ahora viene el comentario en serio. Tan así es??? La mujer d emi padre dice que cuando maneja siente como una sensación de libertad, epa, epa, para tanto???

Claude dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Claude dijo...

Me refiero a la sensación íntima de comodidad, seguridad y cierta inconciencia

Grace® dijo...

Gracias a tu comentario en el de Sophie, saltó mi curiosidad y me llegué hasta aquí. Es muy agradable encontrarse con gente que escribe con sensibilidad y si además la redacción es buena ( se nota por la puntuación que la mujer es leída jeje), doblemente agradable.
En cuanto al tema, envidio tu poder para concentrarte en otra cosa que no sea el tránsito, a mi me sucede eso caminando tanto así que, muchas veces me doy cuenta que crucé la calle sin mirar ( supongo que el subconciente lo hará) pero, si tengo la misma actitud en el volante, la ensoñación se acabaría contra un poste de alumbrado.
Un saludo para toda la gente que te acompaña y nos estamos leyendo.

Anónimo dijo...

Mis mejores análisis han sido en el auto, manejando. Digamos que algo así como un diván sobre ruedas.

Estrella dijo...

TOMÁS,
El colectivo tiene lo suyo, che.

GRACE,
Muchas gracias, ahora paso por ahí.
¡Si te leyera mi profesora, Alicia Zorrilla, que tanto insistió con el uso de la coma, estaría orgullosa!

JORGE,
¿Sos el de LLP? Si es así, un placer que estés acá. Y si no, también. Cierto, el auto como un diván...

malena dijo...

Qué lindo texto, Estrella.
Conzoco gente que le ocurre lo mismo, pero generalmente con la ruta, me llamaría la atención si manejar por Chacabuco y Lavalle, por ejemplo, te permite ordenar tus ideas, ja.

Estrella dijo...

MALENA,
Chacabuco y Lavalle no da para el ensoñadero; yo ando por barrios, que en horas tranquilas, todavía te dejan divagar un poco.
Saludos, malena!

Anónimo dijo...

Lo que daría por trabajar en barrios y no en el centro. Pero no iría manejando, sino a bordo de un 504 sacando medio cuerpo por el techo, y sacaría fotos de todo lo que pasara a mi alrededor.
Decidido. Me compro un 504.

Pol Marías dijo...

De tanto en tanto, los dioses me permiten esa tranquilidad vial, pero lo usual es que al volante sea una monstruosa bola de nervios que enciende y apaga la radio permanentemente y se demora 15 minutos para cruzar una bocacalle. El auto, debo decirlo, no me inspira. Prefiero caminar.