1) El amor conyugal, Alberto Moravia.
Disfruté de este libro que compré en la calle Corrientes a 10 pesos.
Un hombre, que se siente un intelectual, decide suspender la vida conyugal con su esposa para dedicarse a escribir la gran novela, la que siempre soñó. Pero antes de empezar decide hacernos a nosotros, sus lectores, una serie de revelaciones: que tiene una gran tendencia a la retórica sentimental, es decir, cree amar cuando en realidad lo único que hace es hablar del amor, decirlo y nada más. Que todo se le mueve en la periferia porque en el centro le falta el motor; que no es sólo un esteta como los demás lo ven, sino un hombre atormentado por la angustia y al borde de la desesperación; que se entusiasma con facilidad pero que así como se inflama, se desinflama.
Disfruté de este libro que compré en la calle Corrientes a 10 pesos.
Un hombre, que se siente un intelectual, decide suspender la vida conyugal con su esposa para dedicarse a escribir la gran novela, la que siempre soñó. Pero antes de empezar decide hacernos a nosotros, sus lectores, una serie de revelaciones: que tiene una gran tendencia a la retórica sentimental, es decir, cree amar cuando en realidad lo único que hace es hablar del amor, decirlo y nada más. Que todo se le mueve en la periferia porque en el centro le falta el motor; que no es sólo un esteta como los demás lo ven, sino un hombre atormentado por la angustia y al borde de la desesperación; que se entusiasma con facilidad pero que así como se inflama, se desinflama.
Lo mejor de la novela son las descripciones que el protagonista hace de Leda, la mujer: "Desde los primeros días de nuestro matrimonio, hallé un inapreciable placer mirando a Leda y estudiando su rostro y su persona incluso en sus menores gestos y en la más fugaz de sus expresiones". Sobre todo en las priméras página, donde describe cada parte de su cuerpo, y llega a definir el momento exacto en que un gesto pasajero, una mueca, destartalan la armonía del rostro de Leda hasta convertirla en una mujer fea.
Muy recomendable.
2) La Garchofa esmeralda, Alejandro Rubio.
Lo mejor de La Garchofa esmeralda es, para mí, la "Autobiografía podrida", primera parte del libro.
Quizás porque conocí antes a "maiakovski" que a Rubio. Resulta que ese es el nick que usa Rubio para intervenir en algunos blogs (como en La Lectora Provisoria), aunque últimamente ha hecho mutis por el foro. Una pena, porque si bien el hombre provocaba sin pudor, me resultaba my interesante leerlo.
Además le tomé cariño, esa es la verdad.
Leo ahora esta nueva versión de maia: un Rubio que cae rendido frente a las palabras esdrújulas; que cuando calla no es porque no tenga nada que decir sino porque está harto de palabras, que de chico jugaba a ser Starsky y limpiaba el mundo de traficantes y asesinos.
Ahora sé que en los años de la infancia maia la pasó muy mal, que el pobre no sabía jugar al fútbol lo que le generó, como a tantos otros, un complejo de inferioridad rabioso, y así, a fuerza de rabia, se convirtió en boxeador y en cada piña decubrió el placer de ser temido, hasta que recibio el pimer revés.
El barrio, la enfermedad, las drogas, el peronismo, la escritura.
Heldler, un compañero de taller a quien maia le tuvo miedo. Lo cuento porque no lo puedo creer. Le tuve miedo de inmediato, dice maia, y yo subrayo, para no olvidar que alguna vez temió.
Su camino hacia la poesía. Los pasos que lo convierieron en un poeta realista ("Decidí que siglos de laxitud habían inutilidzado la metáfora, la cual ya no servía para intuir lo desconocido y que por el contario habia que ser fiel a los datos de los sentidos"). "Descular de qué va el verso libro es mi objetivo", dice el maia poeta.
El capítulo que elijo releer se llama "Martina"; se me ocurre pensar: afortunada ella, que la quieren así.
Hay otros capítulos que debería leerlos de la mano de yupi, Q, montanés, necro, Di Napoli, el lord ("La literatura argentiana es el mal" ),
Hay otros capítulos que debería leerlos de la mano de yupi, Q, montanés, necro, Di Napoli, el lord ("La literatura argentiana es el mal" ),
La literatura argentina está en guerra con la literatura de los otros. Subrayo. Cada argentino está en guerra con el argentino del otro, agrego yo.
Último subrayado (y pienso en Piglia): "Cada escritor argentina quiere ser el demiurgo menor de su generación (¿Quién de nosotros ecribirá el Facundo?)".
Muy recomendable.
Muy recomendable.
*Próximamente: Unos días en el Brasil,de Bioy. Mezcolanza, de L. Lamborghini.
11 comentarios:
Me anoto con Moravia.
Anónima N° 7
Hola Estrella! Esta semana tenía pensado leer el libro de Mr. Maiakovski pero por quilombos diversos no lo pude hacer. Ni bien lo consiga, paso y arrimo mi opinión. Saludos!
quiero leer el de maia!
¡Me anoto ambos!
un beso
nunca tuve sexo en hd. ¿cómo es?
ANONIMA 7,
Te va a gustar, buscalo por Corrientes!
LUCÍA,
Acá lo tengo, cuando quieras... :)
NECRO,
Espero tus comentarios con muchísimas ganas. Yupi se hizo humo, una pena.
CONDESA,
¿Te acordas de maia, el bravo?
AM,
ja, te equivocaste de post. Los que hacen el amor den hd son los espartacus. Mirá, qué decirte, mucho culito y muslos, se ve que por ahí pasa la cosa.
Me interesa mucho el de Maia, todo un personaje. Disfrutaba sus intervenciones en LLP.
Hace un par de meses conseguí gran libro, "Golden Boys" de Hernán Iglesias Illa, a precio ridículo en Dickens, ¡5 pesos!
a veces me gustaría tener mas tiempo libre para leer, pero como inentar un dia de mas horas?
descubrí que algunos libros se pueden leer por internet, y a veces mientras trabajo (es un decir) encuentro algunos, pero no estos que recomendas.
Tu blog es mi referencia de libros por leer!.
un beso
Los tendré en cuenta.
Un saludo.
la vida es cuestion de prioridades..
Tomaré nota de tus hermosos comentarios. Me encanta leerte.
Besos en la mejilla izquierda.
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